Foto de la menor Los padres de la niña de 15 años desaparecida desde el lunes
en La Pobla de Farnals están pendientes de que el juez autorice el rastreo de
las últimas llamadas realizadas desde números ocultos a uno de los móviles de
la familia para tener cualquier pista que pueda llevarles hasta su paradero.
Pegados al teléfono y con el corazón en un puño, los progenitores de la
adolescente cuentan cada segundo sin noticias de su hija a la que vieron por última
vez en su domicilio de La Pobla de Farnals en la mañana de ese mismo lunes. Una
extraña llamada recibida tras su desaparición ha hecho saltar todas las alarmas
y, ahora, temen lo peor.
La pesadilla para esta familia empezó el lunes de esta
semana. Ese día, la menor se había quedado en casa al encontrarse enferma. Todo
estaba bien cuando su padre salió como cada día a trabajar. Alrededor de la una
de la tarde, la madre mantuvo una breve conversación con la adolescente que
seguía descansando en su domicilio. Nadie podía imaginar lo que iba a suceder
horas después. “Cuando llegué por la tarde de trabajar, la niña no estaba en
casa. Las luces estaban encendidas y pensé que habría ido a sacar al perro.
Pero no era así. El animal sí estaban en la vivienda, por lo que la llamé
varias veces, le envié mensajes por WhatsApp, pero el teléfono estaba apagado”,
relató su padre. Fue después cuando, ante la ausencia de noticias sobre el
posible paradero de la menor, los progenitores acudieron al cuartel de la
Guardia Civil para denunciar su desaparición.
El temor de que algo horrible podía haber ocurrido aumentó
en la noche del martes cuando la madre recibió una extraña llamada desde un
número oculto. “Era su voz pero parecería como si estuviera drogada”, contó el
padre, quien añadió que la menor le pidió su madre que fuera a por ella y le
dijo que estaba mal. La llamada apenas duró unos minutos y alguien colgó. No ha
sido la única comunicación misteriosa que ha recibido la familia. “Con
posterioridad, se han recibido otras llamadas desde números ocultos en las que
solo se escuchaba la respiración de una persona”, añadió.
Todos estos hechos han sido puestos en conocimiento de los
agentes de la Guardia Civil que se han hecho cargo de la investigación,
mientras se estaba a la espera de que el juez autorizara el rastreo de las llamadas
realizadas al móvil de la madre. Dentro de las líneas de investigación, no se descarta una fuga voluntaria tras detectarse que en el domicilio familiar faltaban 250 euros.
La menor había pasado una etapa complicada tras sufrir acoso escolar por lo que estuvo un tiempo bajo tratamiento psicológico, aunque "ahora estaba mejor", aseguró su padre.
La familia ha pedido la colaboración ciudadana para
encontrar cuando antes a la niña “porque cada minuto puede ser vital”.
96 145 23 69 Guardia Civil
900 924 900 Policía Local
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