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España tiene que demostrar a Europa y el mundo que no somos Grecia. Sólo con recortes y más recortes, este país no va a salir del atolladero en el que nos han metido políticos y corruptos, que en muchos casos son términos coincidentes.
Europa insiste en reducir el déficit a toda costa, aunque sea hundiendo el nivel de vida de los españoles, llevando a muchas personas a un callejón sin salida, al borde del abismo.
Rajoy y su gobierno están atados de pies y manos y anuncian recortes en algunos casos muy dramáticos, sin plantearse la supresión del Senado y estudiar la eliminación de las Diputaciones, así como reducción de sueldos en políticos y asesores, donde también podrían meter la tijera y dar ejemplo.
Pero la solución no pasa por los recortes. Es imprescindible una actuación urgente para generar empleo, que es lo verdaderamente importante para salir de la crisis y evitar recortes tan salvajes.