El presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, a su llegada a las instalaciones de la Feria de Valencia. efe El ambiente festivo ha sido la nota predominante en el arranque del 40 Congreso Federal del PSOE, en el que los socialistas han dejado atrás las batallas internas para disfrutar del buen momento del partido y hacer 'piña' en torno a Pedro Sánchez.
Los abrazos (con mascarilla), los 'selfies', los elogios y las ovaciones han protagonizado esta primera jornada del 40 Congreso Federal del PSOE, en Valencia, que según algunos de los asistentes es el más "tranquilo" de la historia del partido.
Si el cónclave de 2017 visibilizó la crisis interna del PSOE, que enfrentó en las primarias a Pedro Sánchez con Susana Díaz y Patxi López, en esta ocasión la palabra más repetida en las intervenciones públicas y en las charlas informales con periodistas ha sido 'unidad'.
El partido ha hecho 'piña' en torno a Pedro Sánchez, reelegido secretario general sin necesidad de votación al no contar con rivales en esta ocasión, y que además llega al Congreso con el aval de ser presidente del Gobierno.
Por ello, el cónclave ha perdido la emoción y la rivalidad que ha marcado otras citas para convertirse en una "fiesta" de la socialdemocracia en el escenario de Feria Valencia, según han reconocido muchos de los presentes.
"Ha sido además una ocasión para reencontrarnos después de los meses duros de la pandemia", ha comentado una dirigente socialista, que como muchos de sus compañeros ha atendido con una sonrisa a los militantes que se le acercaban para hablar y hacerse fotografías.
El más reclamado por el público ha sido Sánchez, que ha demostrado estar versado en el arte del 'selfie' ayudando a muchos de los que se le acercaban a lograr un buen encuadre.
"¡Ay mira qué guay ha quedado!", se ha exclamado una mujer al comprobar el resultado; "¡Viva Sánchez!", le ha gritado otro.
El buen tiempo ha animado a muchos a comer al aire libre, donde se han habilitado 'foodtrucks' con bebida, pizzas, hamburguesas y sándwiches frente a los que se han formado largas colas.
Por la tarde noche, el interés se ha repartido entre las charlas celebradas en el interior del edificio principal del Congreso y los conciertos del exterior, con luces discotequeras.
Los elogios y las ovaciones entre socialistas han sido frecuentes en las intervenciones en las declaraciones públicas y los debates, donde los más aplaudidos han sido el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, por la catástrofe del volcán de La Palma, y la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, que salió del Ejecutivo con la remodelación del mes de julio.
"El PSOE en realidad es una familia", ha dicho en su intervención.
Ni siquiera la composición de la nueva Ejecutiva es un motivo de preocupación entre los asistentes, que confían en que Pedro Sánchez complete la labor de integración por familias y territorios que ya plasmó con los cambios del Gobierno.
Un buen signo ha sido la elección como presidente del Congreso del presidente valenciano, Ximo Puig, que no acudió al cónclave anterior como delegado y en esta ocasión ha ejercido de anfitrión.
El exministro y exsecretario de Organización del PSOE José Luis Ábalos y la expresidenta andaluza, Susana Díaz, tienen previsto acudir al cónclave, que seguirá celebrando la unidad, su presente y su pasado este sábado con la presencia de los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González.
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