Pere Valenciano. Son palabras que están en boca de todos. No se habla de otra cosa en España que de lo mal que está la política, lo generalizada que está la corrupción, el escaso trabajo que queda, la mierda de justicia y que si rescate sí, rescate no y si será nuestra puntilla, como en Grecia y Portugal, o la salvación, como en...
Pero no son las únicas que estos últimos años utilizamos cada cinco minutos con un amigo, un familiar, la vecina de enfrente mientras tiende la ropa y comenta el calor que hace o ‘parece que va a llover’ y uno le responde qué maja es tu hija, pero en el fondo estás pensando, ‘hija, qué desgraciada eres con ese marido maltratador que te grita cada dos por tres’, con tu compañero de trabajo o de banco en el parque mientras te fumas un porro porque no tienes otra cosa que hacer que fumar con los colegas de banco o ver Sálvame para ahogar las penas de una economía que se hunde.
A lo que iba, a los términos anteriores se suman otros tristemente famosos como los vergonzosos desahucios, la banca (siempre gana), las acciones preferentes, el paro que se dispara, la paga extra que se quita, los recortes que nos invaden, los impuestos que nos suben o las frutas y hortalizas que se tiran.
Son palabras que están de moda, palabras que muestran la desesperación y frustración por un país que se agota, por una clase política incompetente y una sociedad que no ha sabido decir basta cuando debía.
Ahora, es tarea titánica, pero un deber de todos, aprender de los errores y comenzar a construir un país mejor, con un modelo de Estado diferente, una clase política al servicio de la sociedad, donde la corrupción sea extirpada como el tumor que es. Y para ello, es imprescindible que funcione la Justicia.
Puedes leer ‘Comiendo con la mafia’ en http://www.elperiodicodeaqui.com/seccion/picudo
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