(Análisis del resultado al final)Si usted no se ha enterado que el domingo 28 de noviembre se celebran elecciones en Cataluña -Catalunya, para entendernos-, es que usted no es de este planeta. Las televisiones, las radios y los periódicos españoles nos borbadean a diario con los dimes y diretes, promesas electorales, acusaciones, enganchones dialécticos, buenas dosis de demagogia y mucho nacionalismo, cuando no independentismo, que tanto éxito tiene en Catalunya y que tan poco se entiende en el resto de España.Pero, Spain no es different. Este eslogan que nos habÃamos creÃdo hasta ahora es una auténtica falacia. Catalunya sà es different. Allà han celebrado unos Juegos OlÃmpicos. Allà han gobernado los nacionalistas la mayor parte de la democracia. Allà hablan mayoritariamente catalán. Allà el nivel de riqueza es superior a la media nacional -nacional de España, me refiero-. Y sólo allà todos los partidos, salvo el PP y Ciutadans, dos formaciones con poco respaldo electoral, son nacionalistas.El próximo domingo se celebran elecciones al Parlament y los sondeos dan vencedora a Convergència i Unió, liderada por Artur Mas. El partido ha gobernado Catalunya hasta que el Partit dels Socialistes de Catalunya -el PSOE catalán-, Iniciativa per Cataluña -la marca catalana de IU- y Esquerra Republicana -el partido que llevó al estrellato Josep LluÃs Carod Rovira, aniquilado por esu propio aparato, el de su partido, me refiero- llegaron a un acuerdo. El famoso tripartito. Las tres formaciones forzaron el nuevo Estatut catalán, que eleva con creces el autogobierno de Catalunya, pese a que los 'recortes' del Tribunal Constitucional levantara en armas a los propios impulsores del texto, asà como de CIU, aliado de lujo del tripartito.Y aunque parezca increÃble, Cataluña forma parte de España. Simplemente va a su aire. Es diferente. Y, por eso, el próximo domingo regresará al poder el nacionalismo original, el auténtico, el clásico, el de toda la vida, el de CIU, en sustitución de la mala copia del tripartito.Y el interrogante ya no es cuán grande será el batacazo de Montilla al frente del PSC, sino si CIU conseguirá la mayorÃa absoluta y si, en caso negativo pacta o no con los populares de Alicia Sánchez Camacho.Las encuestas dan esta opción como la más probable, una posibilidad impensable en otros tiempos por la postura considerada como extremadamente 'españolista' y 'anticatalanista' del PP. Pero ahora, con un Aleix Vidal-Quadras en el destierro europeo y en el de las tertulias de la derecha televisiva y radiofónica, y una Sánchez Camacho con guiños populistas al cargar contra la inmigración, los sondeos otorgan a los populares un gran avance en su talón de aquiles electoral que es Cataluña. Este previsible crecimiento unido a una convergencia ideológica por la derecha con CIU, hacen prever acuerdos postelectorales entre ambas formaciones.De ser asÃ, la historia se repetirá en el resto de España. Si el PSC sufre un batacazo, el PSOE de Zapatero lo tendrá muy difÃcil -si es que aún tiene opciones- para ganar en 2012. Entonces el PP de Rajoy volverá al poder, con un pacto con los nacionalistas de CIU. Y, Rajoy, como Aznar, volverá a hablar en catalán en la intimidad, con permiso de Esperanza Aguirre, que también lo hace en público.Análisis del resultado:Y hoy ha sido el gran dÃa. Catalunya ha elegido su Parlamento, con una mayor participación que hace cuatro años, sin duda, una gran noticia.Ha arrasado CIU, que podrÃa gobernar en solitario con acuerdos puntuales con los populares, ERC e incluso los socialistas.El PSC sufre un gran castigo, con el peor resultado de su historia.ERC se desploma, al perder la mitad de sus diputados.Y el PP pasa de quinta a tercera fuerza polÃtica, con el mejor resultado de su historia.Estos serÃan los grandes titulares de la jornada, con permiso de la entrada en el Parlament del ex presidente del Barça, Joan Laporta, con tres diputados, quizás la nota de color independentista.El tripartito ha sido severamente castigado por el electorado: PSC (de 37 a 298 ERC (de 21 a 10) e ICV (de 12 a 10) han retrocedido. La apuesta por el Estatut, que después fue recortado por el Tribunal Constitucional, y la crisis económica ha hundido a los socialistas. Los independentistas de ERC han pagado su participación en un gobierno que lideró un Estatut d'Autonomia, cuya posterior 'poda' por el TC no ha gustado a su electorado. La izquierda ecologista de ICV ha resistido mejor que sus socios el castigo de las urnas al reivindicar la bandera de la izquierda en este momento de dura crisis económica.Artur Mas será el próximo presidente de la Generalitat, al arrasar en las elecciones (de 48 a 62 diputados), a sólo cuatro de la mayorÃa absoluta. Mas ha sido el ganador en las tres últimas convocatorias, pero será ésta la primera vez que llegue al gobierno. Los nacionalistas de CIU han sabido recoger votos de los independentistas de ERC y también de los catalanistas del PSC. Su paciencia en la oposición le ha dado sus frutos. Con ese resultado podrÃa gobernar en solitario, con apoyos puntuales de populares, socialistas o independentistas de ERC.Los populares de Alicia Sánchez Camacho logran el mayor apoyo del electorado catalán de su historia, al pasar de 14 a 18 diputados.Los Ciutadans de Albert Rivera, ante el gran avance del PP, se tienen que conformar con repetir resultados (3 diputados), mientras que el partido de Joan Laporta, Solidaritat Catalana, más independentista que ERC, irrumpe finalmente con cuatro diputados, cuando los distintos escrutinios solo le daban un acta de diputado. Sin duda, otro de los triunfadores que ha arañado miles de votos a ERC.Por tanto, fracaso rotundo del tripartito y espectacular resultado de CIU. Pero, ¿se quedan estos resultados en Cataluña? No. CIU se revaloriza en Madrid y el PSOE de Zapatero podrÃa intentar atraerse a los convergentes como socio preferente, lo que, de producirse, significarÃa más inversión en Cataluña a cambio de estabilidad a los socialistas hasta las elecciones generales de 2012. Participe o no CIU en un acuerdo con el PSOE de Zapatero, lo que es seguro es que el partido de Mas y Antoni Duran i Lleida será la llave de la gobernabilidad a partir de ese año, previsiblemente con el PP.
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