El lunes asistimos al Debate, en mayúsculas con un candidato poco creíble y a otro firme, sincero y que genera confianza.
Rubalcaba se equivocó desde el inicio del debate, ya que le preguntaba a Rajoy, dando por sentado que el 20N el PP tendría un presidente en la Moncloa. Esto ya resultaba chocante, pero más chocante fue la estrategia que utilizó Rubalcaba para acusar y adivinar, cual futurólogo de medio pelo, las medidas que iba a adoptar Rajoy cuando saliera elegido como presidente. La táctica fue clara, para que no le pudieran achacar la desastrosa gestión en el gobierno a todos los niveles, empezó a decir que Rajoy tenía pensado hacer exactamente la misma política que su partido había empleado durante los últimos 7 años. Le acusó de que subirá los impuestos, bajará las pensiones, reducirá las prestaciones por desempleo, dará dinero publico a los bancos... esta es una estrategia que no funciona, que nadie se creyó, porque el gobierno socialista ha subido el IVA, ha aumentado los años para la jubilación, ha recortado las prestaciones por desempleo, ha quitado el “cheque bebé”, ha inyectado dinero a los bancos para que fluya el crédito entre las empresas y los particulares y aún estamos esperando a que esto suceda, ha aumentado el paro a 5 millones de españoles, la cifra más elevada de la historia. De verdad que con este currículum es imposible que nadie le crea.
El debate lo ganó Mariano Rajoy, así lo han reconocido la gran mayoría de medios de comunicación, pero no fue por la falta de tablas de Rubalcaba, que las tiene y muchas, si no porque no se puede defender lo indefendible, ni esconder el bulto tras una gestión tan nefasta.
Mariano Rajoy ganó el debate y ganará las próximas elecciones del 20N porque aplica algo de lo que hemos carecido los últimos años, que es sentido común, esto que parece tan sencillo de aplicar no lo es, como bien han demostrado Zapatero y Rubalcaba durante su mandato y por eso España no ha tenido rumbo, dando en todo momento palos de ciego.
Necesitamos recuperar la confianza, debemos darle las riendas a un presidente que sea valiente, sincero, seguro de sí mismo, con las ideas claras para salir de esta situación y creo que Rajoy demostró en el debate que cumple con todos estos requisitos.
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