La vicepresidenta y Portavoz del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, y el Conseller de Hacienda, Vicent Soler al inicio de la rueda de prensa posterior al Pleno del Consell.EFE/ Juan Carlos Cárdenas
El pleno del Consell ha aprobado este viernes la creación del Fondo Valenciano de Resiliencia, que dotará con 10,1 millones de euros en 2021, para ayudar a las empresas de los sectores más afectados por la pandemia, como el comercio, el ocio, la restauración, la hostelería, la industria y el transporte.
Las empresas cuya solvencia haya empeorado sustancialmente como consecuencia de la pandemia podrán recibir apoyo financiero con carácter temporal mediante aportaciones de capital, instrumentos financieros híbridos –préstamos preferentes y participativos o deuda convertible en acciones- y facilidades crediticias con distinto grado de subordinación.
En concreto, podrán optar a deuda privilegiada, ordinaria o subordinada, atendido un programa preestablecido de amortizaciones, sujeto a su vez a penalizaciones en caso de incumplimiento.
Podrá ser beneficiaria de este fondo cualquier sociedad mercantil no cotizada y, especialmente, aquellas que formen parte de los sectores del comercio, el ocio, la hostelería, la restauración, el transporte y la industria; así como otras que sean estratégicas bien por ser tractoras o transversales para el conjunto de la sociedad, o bien porque representen un porcentaje elevado de la actividad económica y del empleo en una demarcación geográfica concreta.
Además, también podrán beneficiarse aquellas que incorporen al proceso de producción activos intangibles de relevancia significativa no reemplazables a corto término, según ha informado el conseller de Hacienda, Vicent Soler, tras la reunión del pleno del Consell de este viernes.
El fondo cubrirá las necesidades de financiación de las pymes que necesiten un apoyo financiero por importe inferior a 25 millones, dado que el Gobierno ha creado un fondo estatal para importes mayores a esa cantidad, y superior a 500.000 euros, cifra que actualmente cubren los créditos participativos del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).
Es una herramienta de último recurso para compañías que hayan agotado todas las posibilidades para obtener financiación que ofrece el mercado privado (incluyendo el fondo público privado IMPULSA, promovido por el Consell).
El decreto ley aprobado para la creación del fondo habilita la dotación de un instrumento financiero de carácter excepcional -ya que no se prevé la necesidad de inyectar más dinero en ejercicios posteriores al esperar una mejora de las condiciones económicas- dentro del fondo FINNINVAL y bajo la gestión del IVF.
Las operaciones financiadas por el Fondo Valenciano de Resiliencia se ajustarán a la normativa de Ayudas de Estado de la Unión Europea y, en particular, a la segunda comunicación de la Comisión Europea sobre la modificación del Marco Temporal relativo a las medidas de ayudas de Estado destinadas a dar apoyo a la economía en el contexto del actual brote de covid-19.
Los instrumentos financieros del IVF para impulsar la recuperación forman parte de las líneas estratégicas de los acuerdos para la reactivación económica y en su conjunto (fondos Creix, Impulsa y Emprén, además del de Resiliencia) movilizan más de 420 millones para la economía y las empresas.
La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha señalado en la misma rueda de prensa que los efectos de la pandemia sobre el tejido productivo están siendo muy profundos y se esperan pérdidas severas en las empresas de los sectores más afectados.
Soler ha agradecido el trabajo del director del IVF, Manuel Illueca, en buscar la adecuación de la oferta financiera del banco público de la Generalitat a "una situación crítica como la actual".
Según las estimaciones, el PIB regional puede caer más de un 10 % en 2020 debido a la pandemia y por la especialización productiva de las empresas, su pequeño tamaño y su capitalización.
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