Laura Chuliá. EPDA Llegaron las ansiadas vacaciones, ansiadas por todos, merecidas por pocos. Los hay, que parece que lleven desde la pandemia sin poner un pie en la calle o atender a sus vecinos. Vecinos, que por cierto, pagan religiosamente sus impuestos para poder disfrutar de unos servicios municipales básicos. Bien es cierto, que también tenemos gobernantes -ojalá fueran mayoría- que pueden irse con la conciencia tranquila de quien se deja la piel cada día en su gestión por el bien común. Al César lo que es del César. Llegados a este punto, en este mes de “vacaciones” habiendo superado el ecuador de la legislatura, no puedo evitar analizar y fiscalizar (para eso estamos en la oposición) las actuaciones del gobierno de Benetússer.
Algo que, más que llamarme la atención, me molesta como contribuyente, al igual que a muchos vecinos es, cuáles han sido los motivos para, en plena crisis sanitaria, social y por supuesto, económica, ampliar de forma desorbitada la partida prevista para patrimonio y actuaciones patrimoniales. A nadie se nos escapa que en los últimos años, desde que Compromís asumió la concejalía, bien pocos han sido los importes destinados a ella.
Y sin embargo, para 2021 prevén unos gastos de 1.036.473€. Más de un millón de euros piensan gastar en patrimonio en plena crisis. Esas son las prioridades de este equipo de gobierno. Miento, esa y por supuesto, la ya conocida adquisición del edificio Muebles Iglesia.
Los motivos, nadie a pie de calle los entiende, hacen falta más despachos, más metros… Sin embargo, cuando el vecino va al ayuntamiento a hacer una gestión, resulta que solo ve aforos limitados, personal limitado (señores el teletrabajo ha llegado para quedarse, y más en la administración, que a nadie se nos escapa), y la tan solicitada cita previa.
Por tanto, cuando ayer me paró una vecina y me preguntó: “Laura en vez de gastar ese dineral en un edificio colosal porqué no nos bajan los impuestos? que en todas las casas lo estamos pasando mal”. Cuánta razón tienes, y qué pocas explicaciones puedo yo darte desde la oposición.
La realidad es, que además de estar pagando casi 5000€ mensuales por un edificio cuyos metros totales seguimos sin explotar, además de destinar más de un millón de euros a patrimonio, además de todo esto -y mucho más- resulta que de los pueblos limítrofes (Alfafar, Benetússer, Massanassa y Sedaví) somos los que más pagamos de contribución -Impuesto de Bienes Inmuebles- con un tipo impositivo que nuestro ayuntamiento ha establecido en el 0’64% muy superior al 0’40% de Sedavi y resto de pueblos comparados. En conclusión, pienso igual que tú, igual que mi vecina, en vez de estar destinando el dinero de todos a estas cuestiones que no priorizamos la gran mayoría, dediquémoslo a desahogar un poco a todas las familias de Benetússer, que cuando hay que pagar siempre estamos ahí.
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